Una mujer carismática con un ligero y delgado camisón se toma un selfie casual frente a un espejo de suelo en una habitación de hotel, usando la cámara trasera de un iPhone con el flash encendido. La imagen muestra un ligero desenfoque por movimiento debido a la insuficiente velocidad de obturación, con una composición casual y un ángulo incómodo. La foto es asimétrica y no muy estética, mostrando una sensación de vida cotidiana y rusticidad, enfatizando una atmósfera de 'ordinario y poco notable.' La escena se desarrolla en una típica habitación de hotel, con un fondo ligeramente desordenado.