Retrato selfie cinematográfico, iluminación difusa natural (luz de ventana suave con delicados rayos volumétricos), perspectiva de cámara frontal de smartphone (sutil distorsión de ojo de pez, poros de piel realistas y detalles de pestañas), 8K hiperrealista. Una chica china de 18 años con un rostro delicado como el de un ídolo y una sonrisa juguetona. Lleva un manto estilo xianxia de color blanco roto con un peinado de fantasía tradicional (por ejemplo, moño medio o cabello suelto), ocupando el 40% del marco. El fondo presenta un antiguo templo taoísta con tejas grises, pilares rojos, quemadores de incienso y una tenue neblina, creando profundidad y un contraste etéreo.