En el callejón lloviznante de Jiangnan, una dama vestida con un cheongsam verde claro, símbolo de Jiangnan, se acerca lentamente con un paraguas de papel de aceite en la mano. El paraguas está bordado con elegantes orquídeas, con los contornos de los pétalos delicadamente delineados en hilo de seda azul claro. Las gotas de lluvia en el dobladillo de su vestido se han extendido, pareciendo una pintura en tinta china. Su cabello está recogido, con un pin de jade en forma de orquídea insertado. Un toque de melancolía se refleja en sus ojos y cejas. Las gotas de lluvia que golpean la superficie del paraguas salpican las gotas de agua brillantes, complementando su aire refinado y elegante, parecido a una orquídea.